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Logrando un balance saludable como investigador

Creado por AuthorAID Team | Ago. 25, 2017  | Research skills Wellbeing

En esta entrada, la Dra. Enitome Bafor, de la University of Benin en Nigeria, comparte sus mejores consejos para lograr el balance entre la vida personal y profesional.

En un artículo en Human Relations, el balance de la vida profesional y laboral se describe como la satisfacción e involucramiento de una persona con sus roles dentro y fuera del trabajo, en igual medida. En vez de intentar dar el mismo tiempo a los asuntos del trabajo y a los que no lo son, es más útil pensar ampliamente sobre las metas y prioridades personales y profesionales, y la forma en que usan el tiempo. Lograr el balance entre la vida y el trabajo trae una sensación general de satisfacción—y el estrés y la depresión serán mucho más bajos.

Una falta de balance en la vida y el trabajo suele ser causado por un conflicto entre los roles dentro y fuera del trabajo. Si ocurren estos conflictos, los investigadores tendrán un lastre de cansancio y estrés psicológico, que lleva a pobres resultados. Creo que es más probable que las investigadoras se vean en un conflicto entre la vida y el trabajo, particularmente las que tienen familias, pues suelen ser las responsables de cuidarlas.

Los investigadores enfrentan múltiples presiones, incluyendo entregas, financiamiento, solicitudes, desarrollo de propuestas, revisiones, y escritura de manuscritos. Creo que el “burn-out”, el estrés y el trauma emocional son problemas particularmente agudos para las investigadoras e investigadores al inicio de su carrera, pues deben lidiar con la cultura prevalente de “publicar o morir.”

Un balance ideal entre la vida y el trabajo consiste en

  • Combinar efectivamente y manejar múltiples responsabilidades en la casa, en el trabajo, y no sentir culpa o arrepentimiento
  • Ser capaz de trabajar de forma flexible, de tal manera que hacer una buena investigación y manejar la familia y otros compromisos sea más fácil
  • Ser capaz de tener buena calidad de vida, un buen progreso profesional, tiempo para amigos y familia, y tiempo para uno mismo

He detallado algunas formas prácticas de lograr el balance entre la vida personal y profesional en general:

Apoyo organizacional

Lograr el balance es más probable si se tiene apoyo de la organización, tal como horas flexibles, cuidado infantil, incapacidad por maternidad pagada y otros servicios similares. Como investigadora, es una buena idea buscar puestos en organizaciones/instituciones con políticas progresivas como estas, que se enfocan en los resultados alcanzados más que en la presencia en las instalaciones o el tiempo extra.

Uso de tecnologías modernas

¡Usen el internet, dispositivos móviles, y dispositivos inteligentes para encontrar el balance! Estos dispositivos pueden ayudarles a utilizar su tiempo de forma más flexible, al permitirles realizar actividades de trabajo en espacios que no pertenecen al ambiente laboral—por ejemplo, contestar correos electrónicos o leer artículos en casa—y nos permite traer actividades no relacionadas con el trabajo a la oficina, tal como las compras en línea o el agendado de compromisos.

Es importante utilizar el sentido común para que nuestra vida personal no se vea abrumada por el trabajo y viceversa. De acuerdo a un  artículo en International Journal of Business and Management, llamado ‘Work-life balance in academia: experiences of lecturers in Switzerland’, la incapacidad de “apagar” el trabajo académico tiene efectos negativos en la salud y bienestar de los investigadores.

Apoyo social

Crear fuertes redes de apoyo social puede ayudarles a mantener un mejor balance. Para que el apoyo social sea efectivo, es importante ser asertivo sobre a sus necesidades y retos—y aceptar y ofrecer ayuda cuando sea necesario.

Autoevaluación

Finalmente, un paso vital es identificar lo que realmente quieren. Es importante cuidar de uno mismo, así como encontrar el balance ideal para cada individuo. Cultivar una actitud positiva y optimista es clave, así como evaluar regularmente (semanal o mensualmente) sus prioridades y metas personales y profesionales. Estas evaluaciones les ayudarán a tomar decisiones estratégicas sobre las responsabilidades, tareas, y manejo del tiempo. Tanto como sea posible, sean realistas respecto a sus sentimientos, metas, prioridades y necesidades— y traten de no ser muy perfeccionistas.

Un artículo del 2006 en la revista Professional Psychology: Research and Practice, llamado ‘The interface of work and family life’, enlista algunas preguntas que vale la pena considerar cuando se evalúa nuestra vida profesional. Estos incluyen:

  • Cuándo piensan en el trabajo, ¿qué significa para ustedes?
  • ¿Qué hace el trabajo por ustedes?
  • ¿Hay apoyos y obstáculos que puedan impactar o influir su vida profesional? Si no hay apoyos, ¿es posible crearlos?
  • ¿Hay asuntos de género, raza/etnia y privilegio en las relaciones personales y profesionales en su comunidad? ¿Cómo afectan las actividades personales y profesionales?
  • ¿Son capaces de conectarse con sus colegas y compartir intereses, valores, y metas?
  • ¿Se sienten aislados en el trabajo?

Cada investigador o académico debe evaluar regularmente las fortalezas y debilidades de su trabajo, y considerar cuanto tiempo pueden asignar a la investigación comparado con su vida personal. Si notan un desbalance, es momento de tomar acciones y hacer algo al respecto.

Experiencia personal

Como nota personal, he enfrentado muchos retos, pues soy madre (de tres hijos), esposa y profesora/investigadora. Cuando empecé a trabajar como profesor asistente, estaba embarazada de mi primer hijo y acababa de comenzar mis estudios de maestría. Fue una experiencia abrumadora, y hubo momentos en los que me sentí frustrada, confundida, y desmoralizada. Sin embargo, estaba determinada en encontrar una solución que funcionara para mi—y estaba determinada a ser una historia de éxito.

Me tomó algunos años de planeación, organización, rezos y toma de decisiones para determinar cómo lograr el balance y el éxito. Siempre planee a futuro, mientras hacía espacio para el plan B, en caso que mi plan A fallara. Además, al final de cada día, ya que mis hijos se habían ido a dormir, siempre evaluaba, preguntándome cómo me fue ese día y cómo podría mejorar mañana. Usaba este tiempo para escribir mis pensamientos y recordatorios.

Por supuesto, siempre hubo días difíciles en los que me quedaba despierta por horas para organizar las tareas pendientes. Estas tareas pueden estar relacionadas con el trabajo o la familia, pero siempre procuré tener días de descanso, para intencionalmente pasar tiempo con mi familia y amigos.

También utilicé la tecnología para realizar algo de trabajo desde casa, y resolver problemas domésticos en el trabajo, de forma disciplinada. ¡Esto funcionó muy bien para mi! También utilizo los apoyos sociales—es mi caso, siempre recurro a mi marido para ayuda o consejos cuando lo necesito. Aún es un trabajo en progreso, porque he encontrado que conforme avanzo en mi trabajo, y conforme mis hijos crecen, me enfrento a nuevos retos y mayores responsabilidades. Al evaluarme regularmente, soy más capaz  de ajustar mis planes y agenda hasta que encuentre el balance ideal para mi—y la satisfacción y el éxito que derrama es muy gratificante.

La Dra. Enitome Bafor es profesora de farmacología y toxicología en  University of Benin en Nigeria

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